La tecnología de realidad virtual (VR) ha estado en constante evolución para integrar los sentidos humanos en entornos virtuales y de realidad mixta. Además de la vista y el sonido, los investigadores han tratado de añadir la sensación del tacto y el olfato mediante varias interfaces de usuario, así como el gusto, aunque este último ha demostrado ser un desafío considerable. Un equipo de científicos de Hong Kong ha desarrollado ahora una interfaz de usuario manual con forma de chupetín capaz de recrear varios sabores diferentes en un entorno virtual, según un nuevo documento publicado en los Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Está bien establecido que el gusto humano se compone de cinco sabores básicos: dulce, salado, ácido, amargo y umami, inducidos por la estimulación química de la lengua y, en menor medida, en partes de la faringe, laringe y epiglotis. Recrear esas sensaciones en la VR ha resultado en varios intentos de crear una interfaz de usuario de sabores, recurriendo a mecanismos como la estimulación química, térmica y eléctrica, así como la iontoforesis.
El enfoque químico generalmente implica aplicar productos químicos saborizantes directamente en la lengua, pero esto requiere espacio para el almacenamiento a granel de dichos químicos, y existe un retraso prolongado que no es ideal para las aplicaciones de VR. Las variaciones térmicas aplicadas directamente a la lengua pueden estimular sensaciones de gusto, pero requieren un sistema complicado que incorpore un subsistema de enfriamiento y sensores de temperatura, entre otros componentes.
El método más común es la estimulación eléctrica, en la cual los cinco sabores básicos se simulan variando la frecuencia, intensidad y dirección de las señales eléctricas en la lengua. Sin embargo, este método requiere colocar parches de electrodos en o cerca de la lengua, lo cual es incómodo, y el método es propenso a sesgos de sabor.
Por ello, Yiming Liu de la City University of Hong Kong y sus coautores optaron por trabajar con la iontoforesis, en la cual se logra una retroalimentación de sabor estable utilizando iones que fluyen a través de hidrogeles biológicamente seguros para transportar químicos saborizantes. Este método es seguro, requiere un bajo consumo de energía, permite una retroalimentación de sabor precisa y ofrece una interfaz humano-máquina más natural. Liu y su equipo mejoraron los avances recientes en esta área desarrollando su dispositivo portátil en forma de chupetín, que también mejora la calidad y consistencia del sabor.
Para más información, visita la fuente original en [Ars Technica](https://arstechnica.com/science/2024/11/licking-this-lollipop-will-let-you-taste-virtual-flavors/).